Salvador Cayetano Carpio

 

La lucha de clases, motor del desarrollo de la

Guerra Popular de Liberación

 

III. La Campaña "Héroes y Mártires de Octubre" (*)

 


Escrito:1982
Publicado por vez primera:  En EDICIONES ENERO 32, Mexico, 1982
Versión digital: Centro Histórico Revolucionario Salvadoreño "Salvador Cayetano Carpio - Comandante Marcial".
Fuente del texto actual:  Version digital La lucha de clases, motor del desarrollo de la Guerra Popular de Liberacion, 2009.
Esta edición: Nicasio Jaragua, Abril, 2010.


 

Buenas tardes, compañeros:

Agradezco mucho el interés que ustedes están poniendo en el seguimiento de la lucha revolucionaria del pueblo y por eso es que el esforzado trabajo de ustedes lo valoramos altamente, lo consideramos como una contribución de solidaridad a la justa lucha del pueblo salvadoreño y centroamericano.

1. Antecedentes de la Ofensiva:

Quisiera referirme directamente a la lucha del pueblo salvadoreño. Tal vez, comenzando por hacer un pequeño marco, para poder dentro de él situar las acciones que en estos momentos está realizando el FMLN.

Una cosa importante de esta guerra es que la política del Pentágono, la Política belicista de Reagan, se ha estrellado contra la voluntad y la decisión de un pueblo que está dispuesto a alcanzar su liberación a toda costa, porque sabe que son justos sus ideales. Las causas por las que lucha nuestro pueblo son: su independencia, su autodeterminación, el derecho de que se respete su soberanía y el derecho a construir su futuro con sus propias leyes.

La justeza de esta causa le da verdadera inspiración y fortaleza a la voluntad de nuestro pueblo por alcanzar esos objetivos, porque tenemos cincuenta años bajo una tiranía militar sangrienta.

En esas condiciones el año pasado, a principios del año, nuestra revolución dió un salto de calidad en nuestra guerra y pasó a lo que nosotros le llamamos la fase de las batallas cada vez más intensas, militares e insurreccionales por la toma del poder. Es decir toda una fase, toda una etapa.

El enemigo quiso darle una interpretación mal intencionada, diciendo que nosotros habíamos iniciado una "ofensiva final". Después de la ofensiva de enero, el gobierno de Reagan y el Pentágono se hicieron el propósito de destruir el movimiento revolucionario de El Salvador, en muy poco tiempo, muy pocas semanas, en unos dos ó tres meses.

Esa política fracasó estrepitosamente, a pesar de que el gobierno de Reagan le ha dado enorme y saturadora* (*así en el original) ayuda militar, en todos los terrenos, a este ejército títere, para que lograra esa estrategia, ese objetivo estratégico dirigido a destruir a las fuerzas revolucionarias salvadoreñas, en unos dos o tres meses.

Durante todo el año, asesorado por el Pentágono, este ejército lanzó no menos de cuarenta y seis ofensivas militares, de envergadura grande, es decir de más de mil soldados hasta siete mil soldados en todas las zonas del país. En la zona de occidente, en las diversas zonas del centro, al norte en Chalatenango, Cabañas, San Vicente, en los Cerros de San Pedro y Chinchotepeque, en Usulután, en Morazán y en San Miguel. Prácticamente en las operaciones que le llaman "de limpieza", repetitivas, algunas de nuestras zonas tuvieron que luchar en contra de diez o doce ofensivas durante el año pasado. Ofensivas que además del objetivo de destruir la guerrilla, tenían el objetivo de destruir a la población. En realidad son decenas de miles de mujeres y niños los que han muerto bajo los gases e incluso bajo bombas bacteriológicas, que el enemigo ha lanzado contra todas nuestras zonas.

A pesar de ello, la política de Reagan fracasó estrepitosamente en El Salvador el año pasado. Esas acciones militares, en vez de traer el desarrollo del ejército títere, condujeron a un fortalecimiento de las fuerzas militares del pueblo a todo lo largo del país.

Al finalizar el año, el ejército había triplicado el número de sus efectivos, de doce a 15 mil subió a treinta mil o cuarenta mil efectivos. Sin embargo la inmensa mayoría lo ha tenido que sembrar en puestos fijos, con lo cual sus fuerzas móviles se volvieron pequeñas e ineficaces; al finalizar el año tenía una brigada más, la Atlacatl, con una tercera parte de sus efectivos destruidos.

2. El FMLN toma la iniciativa.

Diciembre significó el mes en que las fuerzas revolucionarias del FMLN fueron tomando la iniciativa de las acciones, y fue perdiendo la iniciativa el ejército contrarrevolucionario. Desde diciembre las fuerzas que integran el FMLN, fueron adquiriendo mayor capacidad de coordinación de las acciones, coordinación en tiempo, cooperación e interrelación en las acciones. Eso le fue acrecentando al ejército enemigo el desgaste. Los tres primeros meses del año significaron un desgaste muy serio para el ejército y al mismo tiempo una desmoralización muy grande para sus tropas, porque la estrategia de destruir a la guerrilla no le estaba dando resultados, sino que, al contrario, nuestras fuerzas fueron dando saltos en cuanto a su estructura de tropas de la revolución.

En los tres primeros meses hubo bastantes ataques a puestos fijos del enemigo en distintos lugares: desde San Fernando y San Ignacio en Chalatenango, hasta San Fernando y Perquin, en Morazán. Un machacamiento de pequeños puestos del enemigo que significó un paso de nuestras fuerzas a una operatividad, que tenía como resultado el aniquilamiento cada vez mayor de efectivos del enemigo y la requisa cada vez mayor de armas.

Propiamente nosotros estamos luchando como decían ayer en el comunicado los combatientes que llevaron a cabo esta última acción en El Jícaro: "Nosotros estamos combatiendo con los fusiles que l e hemos quitado al enemigo en toda una cantidad de puestos a lo largo y ancho del país". Podemos decir con toda sinceridad, que nuestro principal proveedor de armas, nuestro único en este momento, en esta etapa, es el gobierno de Reagan. Porque nosotros estamos peleando con los fusiles M-16, G-3 y con los morteros norteamericanos que le está proporcionando a este gobierno títere. Ya la cantidad que nosotros vamos requisándoles es bastante grande. Cada mes nosotros damos el resultado de nuestras acciones y cada vez no baja de cien o ciento cincuenta armas al enemigo, incluyendo algunos morteros, ametralladoras de distinto calibre, e incluso cañones de 90 y 57 mm. De manera que a partir de diciembre, la coordinación de nuestras fuerzas y todo el año de luchas permitió un salto, porque ya nuestros combatientes tienen a fin de año mucha mayor capacidad, y nuestros jefes tácticos en el campo de batalla, comenzando por los jefes de escuadras y de pelotón, van adquiriendo cada vez más capacidad de maniobra, más capacidad de dirigir a las tropas. El diez de enero de 1981 nosotros dimos un salto en el accionar guerrillero: de pequeñas unidades guerrilleras a unidades grandes, lo cual fue realmente importante.

Todo el año pasado ya nuestros combatientes fueron no sólo conociendo los puntos débiles del enemigo, sino mejorando también la propia táctica para llegar hasta la victoria. En los primeros tres meses de 1982 se realizaron fundamentalmente ataques a los puestos fijos del enemigo con buen saldo de armas y con buen saldo también de desgaste de sus fuerzas.

3. Incremento de la ayuda militar yanqui al ejército salvadoreño y fracaso de las brigadas móviles.

Mientras tanto el gobierno de Reagan estaba promoviendo la tesis de que iba a dar un salto en la calidad de destrucción sobre las fuerzas revolucionarias a partir de las acciones de brigadas que estaba preparando. Durante los primeros meses de este año remendó la Brigada Atlacatl, creó la Brigada Atonal y preparó en Estados Unidos la Brigada Ramón Belloso. Modernizó la Marina, modernizó todo el sistema de comunicaciones y le dió un gran poderío aéreo al ejército títere con helicópteros "Huey" cada vez más capaces para el traslado de tropas. Durante estos seis meses, de enero a mayo, trató de dar un gran poderío al ejército en artillería, en la aviación, en movilidad marina, y al mismo tiempo en las fuerzas móviles de las tres brigadas. El estreno de estas tres brigadas fue en junio. El 28 de ese mes se lanzó una ofensiva con las tres Brigadas juntas, apoyadas por fuerzas de diversos regimientos en contra de Chalatenango.

Fracasó rotundamente esta ofensiva de las tres brigadas, de manera que tuvieron su bautizo de fuego con una derrota.

Inmediatamente las fuerzas revolucionarias atacaron posiciones de Perquín y San Fernando e hicieron que las tres brigadas se lanzaran en ofensiva contra Morazán y además Honduras atacó, mejor dicho, ocupó territorios dentro de El Salvador en esta zona de Perquín y San Fernando y en esta misma zona atacó con dos pinzas hacia el sur, mientras las fuerzas móviles del régimen salvadoreño atacaron principalmente por la carretera, hacia el norte.

Las tropas hondureñas en Morazán entraron por dos lados y en algunos lugares entraron hasta 7-8 Km. Sin embargo, después tuvieron un repliegue, pero se han quedado dentro de territorio salvadoreño en estas dos posiciones: al occidente y al oriente del departamento Ellos están ocupando el territorio de El Salvador y han, comenzado a decir que lo están ocupando, porque son tierras en disputa. Pero en realidad, es la punta de lanza de la maniobra imperialista, aunque aun no han habido choques en gran escala. Lo mismo en Chalatenango, han hecho incursiones.

Sin embargo, el estreno de las tres brigadas significó la derrota más grande en toda la guerra, del ejército títere. Durante ese mes de junio, en las acciones que se realizaron en Chalatenango, en San Vicente, en Guazapa. en San Salvador, en Usulután, en Morazán y algunas en San Miguel, se capturaron más de 250 armas y el enemigo tuvo entre 400 y 500 bajas. Eso fundamentalmente de las tres brigadas móviles que había estado preparando el imperialismo. De manera que, en vez de lograr el imperialismo el vuelco de la guerra, como había estado promocionando durante meses, lo que se logró fue un enorme fortalecimiento de las fuerzas revolucionarias, una gran capacidad de operatividad y un enorme desgaste en armas y en efectivos, especialmente de las brigadas móviles y selectas.

Junio fue un verdadero fracaso, el mayor fracaso hasta entonces del ejército. Incluso el Sub-Secretario de Defensa, Coronel Castillo, fue capturado en estas operaciones. De manera qué a final de junio la desmoralización, la deserción, la confusión y las contradicciones reinaban en el ejército enemigo y, naturalmente, con reflejos dentro de su política interna.

4. Aspectos significativos en el desarrollo de las fuerzas armadas revolucionarias.

Desde entonces las fuerzas revolucionarias, cada vez con mayor coordinación a escala nacional, han ido tomando la iniciativa. Y han dado algunos saltos importantes. En primer lugar, las fuerzas revolucionarias de El Salvador ya no son las pequeñas unidades de guerrilla acampamentadas* (*así en el original) por toda la república, que mantenían en jaque al ejército títere, sino que ahora cada vez más se van convirtiendo en fuerzas regulares. Es un salto sumamente importante, que sólo se ha conseguido a través del combate continuo.

Durante este año se ha hecho, cada vez más realidad el lema militar de nuestra Revolución de 'la ofensiva contínua en todas partes y en ascenso contra las tropas contrarrevolucionarias " Esto se ha plasmado en la realidad también en cuanto a la combinación de pequeñas y medianas acciones con campañas y ofensivas periódicas y además con la combinación de las acciones militares con el impulso del ánimo de las masas a las acciones insurreccionales.

Pero, además, nuestra guerra sólo se comprende, si se toma en cuenta, que nosotros estamos peleando en todos los terrenos: en la montaña, en los llanos, y en las ciudades. Naturalmente que las tácticas militares y políticas que tienen que seguirse en cada una de las zonas, son tácticas que tienen en común que están coordinadas dentro de una concepción y una práctica general, pero al mismo tiempo tienen sus caracteres específicos, tanto en la táctica como también en las mismas correlaciones de fuerzas q tic se crean en los distintos lugares. Las ciudades son uno de los terrenos más difíciles, en los cuales el accionar militar está encontrando las formas de golpear con golpes contundentes al enemigo, pero también con características propias de organización de las fuerzas militares y del tipo de acción que ahí se tiene que realizar.

Una de las trasformaciones más grandes que ha producido la revolución es la capacidad estratégica de su Dirección para concebir operaciones en operatividad continua y desarrollar operaciones y campañas en mayor escala de forma unida, combinando toda la complejidad que se requiere en los distintos terrenos de lucha.

También hay que destacar el hecho que se dió, especialmente en la ofensiva de marzo, cuando nuestros Jefes de Zona lograron adquirir la capacidad de conducir grandes cantidades de tropa, de varios cientos, en cada una de las zonas, en las cuales tuvo que concebirse las operaciones así: la dirección principal unida a direcciones secundarias y la misión principal unida a una serie de misiones secundarias en un gran perímetro geográfico, de tal manera que los Jefes han aprendido a dirigir no sólo una operación, sino todas las operaciones militares necesarias para la dirección principal y luego todas las direcciones y todas las misiones militares necesarias que están en convergencia con esta misma operación. Por su parte los combatientes al irse entrenando más, al ir teniendo cada vez mayor capacidad como fuerzas regulares revolucionarias, se han ido convirtiendo en combatientes con una gran experiencia y con una gran astucia en el arte militar. De manera que las fuerzas revolucionarias de El Salvador, en 1982 no tienen punto de comparación con el poderío, la capacidad, el armamento y la capacidad de conducción estratégica y táctica que poseían en 1981.

Mientras tanto, el ejército, es cierto, ha crecido. Ahora está llegando a cerca de 50 mil soldados. Y está creciendo también en cuanto a las brigadas móviles. Sin embargo, en la comparación del desarrollo de la guerra, la guerra la van ganando las fuerzas revolucionarias y ésa es la orientación fundamental del proceso salvado-reno. El ejército títere se ha ido aumentando, pero, se ha ido dispersando y las fuerzas que están aumentando en el sentido móvil, las selectas, ciertamente tienen mucho más entrenamiento, mucha capacidad, y además ahora tia aumentado su movilidad aerotransportada. Sin embargo, estas fuerzas móviles se van quedando cada vez más atrás de la capacidad adquirida por las fuerzas de la Revolución Salvadoreña en su conjunto, por las fuerzas integradas en el FMLN. Eso ha sucedido en este tiempo.

Podemos decir que el FMLN, las organizaciones que lo componen, todos los combatientes, todos los integrantes, han logrado dar un salto de calidad. En este momento estamos entrando en una etapa de mayor movilidad todavía de nuestra lucha y con fuerza para asestar golpes cada vez mayores. Todavía el año pasado nosotros soñábamos con llegar a tener la capacidad de poder aniquilar a una compañía del enemigo en movimiento. En Morazán, por ejemplo, se logró en junio destruir una compañía que iba de refuerzo a Perquín y a San Fernando: 43 soldados capturados, una buena cantidad de armas, en una emboscada magistralmente hecha al enemigo en movimiento.

Ahora acabamos de dar otro salto, se trata de que hemos llegado a la capacidad de concentrar tal poderío de fuego y la cantidad suficiente de efectivos revolucionarios, que podemos destruir compañías del enemigo totalmente atrincheradas. Y con todo un sistema de fortificación dispuesto precisamente para evitar un asalto. En menos de 24 horas, los compañeros, el d fa 10 de este mes, lograron aniquilar a una compañía del enemigo en El Jícaro y, simultáneamente, atacara otra fuerza de 25 guardias acompañados de 30 paramilitares con sus fusiles de guerra. Simultáneamente se logró, no sólo la destrucción de una compañía, sino que de otra media compañía más.

5. La toma de El Jícaro y Las Vueltas.

Estas dos son poblaciones que quedan, El Jícaro, a 47 kilómetros de distancia de Chalatenango y Las Vueltas a 2 kilómetros de distancia de El Jícaro. Las dos acciones fueron simultáneas, se iniciaron a la una de la mañana con el asalto a las fortificaciones exteriores compuestas por fortificaciones tipo trincheras, que es un sistema que están usando los puestos fijos, en los que hay casamatas y hay un sistema de trincheras alrededor, unidos por algunas casamatas. Esa es, podríamos decir, la defensa periférica, y luego, al interior de la población, otro sistema de casamatas y trincheras más cercanas a los lugares para ellos estratégicos.

Según el parte de guerra proporcionado por el Mando Inmediato Táctico de este combate, en El Jícaro, donde tenía el enemigo 113 efectivos, además de varias decenas de paramilitares armados y en Las Vueltas, donde habían 25 guardias y 30 paramilitares, en ambas posiciones se inició el combate, el asalto de nuestras unidades revolucionarias a la una de la mañana.

A las 6 de la mañana, el enemigo estaba totalmente cercado en las posiciones interiores, ya se habían tomado los compañeros cinco posiciones principales de la periferia y habían penetrado hasta el interior del dispositivo enemigo. A esas horas, nuestras Fuerzas Armadas Populares de Liberación tenían 18 prisioneros en El Jícaro y el consiguiente número de armas. El enemigo comenzó a pedir apoyo de helicópteros. En Las Vueltas a esa misma hora, las 6 de la mañana, el enemigo ya estaba cercado, se habían tomado las posiciones exteriores. A las 10 de la mañana quedaban 20 soldados que se habían refugiado en la iglesia y en Las Vueltas quedaba un número pequeño de guardias que se habían refugiado en la Comandancia.

Los compañeros trataron de no atacar de manera que se fuera a perjudicar al pueblo, a la población y por eso la lucha se extendió durante varias horas más. Los refuerzos del enemigo no se hicieron presentes a excepción de unos helicópteros que intentaron defender a los cercados, ametrallando nuestras posiciones, sin conseguir su objetivo. Todavía había resistencia en El Jícaro de 20 soldados y oficiales. El asalto final se realizó de las 16 a las 18 lloras, empleando los compañeros morteros y sobre todo fusilería. A las 18 se rindieron todos los soldados que quedaban. De las 15 a las 17 se produjo el asalto a la Comandancia de Las Vueltas.

Este ataque dejó como resultado el número más grande de soldados presos en una sola operación. Los prisioneros de El Jícaro fueron 51 soldados, incluyendo un teniente y un sargento y en Las Vueltas unos 4 paramilitares, en total unos 55 prisioneros. En El Jícaro hubo 18 soldados muertos y bastantes heridos y en Las Vueltas 9 guardias entre muertos y heridos.

Las armas recuperadas fueron 86, de las cuales 65 eran fusiles M-16, de los que está proporcionando el Pentágono al ejército. 13 G-3, que también son del armamento proporcionado al ejército salvadoreño por parte del imperialismo, una ametralladora 30.6, una ametralladora M-60, un lanzagranadas, un mortero, 4 fusiles checos, además de gran cantidad de municiones: 60 granadas de 81mm., 70 de M-79, 20 granadas de mano, 3 mil tiros de 5.56, 2 mil tiros de 7.62, 3 mil cartuchos de 30,6, uniformes, cinturones.

De manera que se logró una recuperación de armas bastante elevada, como decimos, 86 armas, aún cuando después los compañeros han estado reportando que el número de armas va aumentando.

Dentro del cuadro breve que les he esbozado del desarrollo de las fuerzas revolucionarias, realmente estas acciones se producen con bastante periodicidad, aunque hay acciones que van marcando saltos en los niveles de la capacidad de las fuerzas revolucionarias de El Salvador.

Así esta operación demuestra nuestra capacidad para aniquilar ya unidades grandes del enemigo, bien atrincheradas y bien preparadas para cualquier asalto. Esta posición de El Jícaro era importantísima para el ejército, porque prácticamente viene a ser la puerta de Chalatenango, la cabecera departamental, que está a muy pocos kilómetros, está a unos 7 kilómetros, pero por una carretera; en línea recta queda como a 4 6 5 kilómetros. Por eso el enemigo ha tenido especial interés en fortalecerla, poniendo un puesto fijo con una compañía. Ahora, desde la propia salida de Chalatenango, desde ahí, es territorio controlado por las fuerzas revolucionarias.

El otro lugar que ha sido tradicionalmente estratégico para ellos es Las Vueltas. Por eso, deshacer esas dos posiciones fijas del enemigo significa un gran quebranto y un gran debilitamiento, no sólo en cuanto al desgaste que ha sufrido el soldado enemigo, sino también en cuanto a ocupar posiciones estratégicas dentro de zonas muy importantes para el enemigo. Esto fortalece bastante a todas las fuerzas revolucionarias, a todo el FMLN.

Ahora bien estos operativos no son ni podrán ser un hecho aislado en un país en donde las fuerzas revolucionarias están extendidas en todo el territorio y hay que esperar entonces nuevos golpes al enemigo, nuevos golpes de desgaste, dentro de la operatividad contínua y de la ofensiva contínua contra el enemigo, y en ese sentido quisiera darles la buena información que recibimos hoy en la mañana de que en el otro Frente que es el Frente "Modesto Ramírez", en la zona "Felipe Peña", (este Frente abarca toda la parte central), las Fuerzas Armadas Populares de Liberación, miembros del FMLN, dieron un golpe contundente también el día de ayer a las fuerzas del enemigo. Atacaron tres posiciones que quedan cerca de Ilobasco, en Cabañas, y cerca de Cinquera, es decir, Tejutepeque y Cinquera, tres posiciones fijas del enemigo en el cerro y dos posiciones que estaban en caseríos, entre Cinquera y Tejutepeque.

A las 1.30 de la mañana de este día 12 de Octubre, se combatió a lo largo de la carretera entre Cinquera y Tejutepeque, se fueron tomando las trincheras del enemigo, sus fortificaciones; a las 3 de la mañana y a las 4 horas ya habían sido tomadas las posiciones de La Joya y El Zapote. A las 6 de la mañana terminó la operación, teniendo como resultados parciales (todavía éstos no son los finales) los siguientes: 25 bajas del enemigo, entre ellos 15 muertos, 5 heridos y 5 prisioneros, 2 de éstos heridos. Todos ellos pertenecen a la Primera Brigada de Infantería del cuartel San Carlos, de San Salvador.

En el recuento preliminar del material requisado se encuentran: 14 fusiles M-16 con 6 cargadores cada uno, una ametralladora M-60, un lanzagranadas M-79 con 15 granadas, un radio de comunicación, 3 mil cartuchos 5.56 y una gran cantidad de otros materiales de reglamento.

6. El futuro de la guerra y la intervención yanqui.

Esto está demostrado que los planes del imperialismo en El Salvador no se van concretando. El ejército títere, dirigido por el Pentágono, ha hecho casi público un plan viejo: destruir a la guerrilla, pero con un plazo nuevo: en dos años, es decir, destruir a las fuerzas revolucionarias del pueblo, tanto en lo político como en lo militar, en dos años. Y para ello está implementando nuevas tácticas en cuanto a su operatividad: más movilidad, más aerotransporte. El gobierno de Reagan dentro de pocos días va a enviar más de 20 naves de guerra aéreas, 8 Huey de transporte, 6 aviones Cessna 43, que son aviones de una capacidad pequeña, transportan unos 56 soldados, pero que pueden levantarse y bajar en pistas improvisadas y otros aviones de reconocimiento. También ha estado entrenando oficialidad en Panamá, en el Comando Sur, para que puedan utilizar el napalm y ha dotado a la aviación salvadoreña de una gran cantidad de napalm. Ha modernizado la marina, y personal de la marina se ha estado entrenando en estos últimos meses y les ha dado lanchas artilladas. En una reciente operación realizada hace tres semanas en Usulután y en la costa de San Vicente, el enemigo ya comenzó a usar las lanchas y la artillería de estas lanchas, las ametralladoras y el desembarco de tropas.

El gobierno Reagan, pues, está tratando de darle más movilidad, al Ejército, ya no con el fin de lograr el exterminio de la población y la aniquilación de la guerrilla en unos dos meses, que era su pensamiento militar del año pasado, sino en unos dos años.

Sin embargo, ante esta criminal política del imperialismo norteamericano, que está siendo implementada por las fuerzas de Honduras dentro de esta Comunidad Democrática Centroamericana que ha sido hecha para atacar los pueblos centroamericanos y para llevar a cabo las agresiones del imperialismo en Centro América, a pesar de eso y a pesar de estar armando mucho más al ejército, nosotros estamos mostrando que nuestras fuerzas y nuestro pueblo tienen la capacidad, no sólo de absorber la escalada de los niveles de intervención imperialista

Y que se está llevando a cabo desde hace ya bastante tiempo, sino incluso de superarla combatiendo.

Tenemos la plena seguridad de que de acuerdo con la capacidad que ya tienen las fuerzas del FMLN, de acuerdo con mayores niveles de coordinación en las acciones y de acuerdo con los planes, indudablemente se ve cada vez mayor capacidad de poder dar al enemigo golpes más contundentes. Tenemos la seguridad, compañeros, de que esta guerra está erosionando al ejército títere a pesar de la ayuda del imperialismo y está creando unas fuerzas verdaderamente poderosas, que van a ser capaces de dar un verdadero salto de calidad estratégico en lo militar y en lo insurreccional, que va a ser imposible para el imperialismo llevara cabo con éxito su política dirigida a la destrucción de las fuerzas revolucionarias y que permitirá a nuestro pueblo alcanzar sus aspiraciones de libertad, de democracia y de una paz verdaderamente justa.

En estos momentos, nosotros estamos muy conscientes de que nuestra guerra no es algo aislado. La Guerra Popular de Liberación de El Salvador está inserta dentro de todo un proceso de lucha revolucionaria de todos los pueblos centroamericanos. Es un gigantesco movimiento, que en estos momentos se encuentra en una calidad muy diferente a la de hace varios años.

El acontecimiento de la liberación de Nicaragua, el acontecimiento de la Revolución Sandinista le ha dado un vuelco a la historia de Centroamérica, y este proceso revolucionario centroamericano por su liberación, por su independencia, por su soberanía, por la democracia, es un proceso que ya no lo puede revertir el imperialismo.

Estamos conscientes de que el imperialismo en último término, (como lo hizo en Vietnam, cuando sus títeres ya no alcanzaron a detener al pueblo), estamos conscientes de que el imperialismo puede llegar a cometer la locura de intervenir en El Salvador. Estamos conscientes de que el imperialismo está creando todas las condiciones para atacar también a la Revolución Sandinista, vemos cómo Honduras es convertido en una plataforma de agresión por el gobierno y por el ejército títere que ahí existen, vemos cómo a Costa Rica también al mismo tiempo, los intereses del imperialismo están tratando de convertirla en una base de agresión en Centroamérica.

7. Las negociaciones se deben basar en la satisfacción de los intereses básicos del pueblo.

Sin embargo, nosotros estamos seguros, y muy serenos ante el futuro. Somos sinceros cuando decimos, que nuestra guerra tiene que terminar con un arreglo político, porque toda guerra termina con un arreglo político. Si somos amplios, entonces vemos que el diálogo está basado en la dignidad, en la defensa de los intereses del pueblo. Ningún revolucionario, estamos seguros que ningún revolucionario de El Salvador, en ningún momento va a traicionar los intereses del pueblo. Toda negociación tiene que estar basada en la satisfacción de intereses básicos de nuestro pueblo, y toda conversación está basada también en la dignidad.

No nos están derrotando, vamos poco a poco, paso a paso, derrotando las maniobras del imperialismo en lo militar y en lo político, y esta guerra la vamos ganando.

No estoy diciendo que estamos ganando la guerra en estos momentos, ni mucho menos, sino que la dirección de esta guerra, de acuerdo a como se va desarrollando, va creando condiciones cada vez más favorables para volcar en un momento determinado la correlación de las fuerzas a favor de las fuerzas del pueblo, de las fuerzas políticas y de las fuerzas militares, y de eso estamos seguros. Por eso es la desesperación de Reagan.

Pero nosotros estamos inmersos también dentro de todo un proceso centroamericano y sabemos que Reagan tiene todo un plan para toda esta área y que la política de Reagan es la política de la regionalización de sus agresiones.

Nuestra lucha revolucionaria (deben de tener seguridad todos los pueblos de Centroamérica), desempeñará con honor el papel que le corresponde en el contexto de nuestros pueblos humildes, trabajadores, que desean su libertad, que desean su independencia.

El pueblo salvadoreño con su heroísmo, ayudado por todos los otros pueblos y en el contexto de las luchas de los demás pueblos que sufren la explotación, el pueblo salvadoreño alcanzará su liberación y este episodio de ahora reafirma la voluntad, la decisión, la esperanza de nuestro pueblo porque la liberación de nuestro pueblo sea pronto.

* Conferencia de Prensa, celebrada en octubre de 1982.